No se porqué ni como, pero tengo que reconocer que me estoy enamorando de ti.
Cada día que pasa, siento que tengo la necesidad de saber que estás bien, que no te pasa nada malo, que eres feliz, que te hago feliz.
No se como expresar con palabras lo que siento al ser besada por tus labios, o al ser observada por tus ojos. Quizá jamás llegue a ser tan buena escribiendo como para ponerle a alguien la piel de gallina al leer todo lo que sale de mí cada vez que pienso en ti. No puedo remediarlo, el acostarme con una sonrisa de boba por pensar que al día siguiente voy a verte, a rodearte con mis brazos, a oler ese perfume que tantas veces te digo que me gusta, a “competir” contra ti por ver quien dice antes te quiero. No puedo evitar esa sonrisa, ya sea porque al día siguiente vaya a verte, o porque simplemente piense en ti. Desde el momento en el que apareciste en mi vida, el día de aquella sesión, estoy como en una nube que lleva escrita la palabra felicidad, y que no tengo modo alguno de bajarme de esa nube, y sinceramente, tampoco quiero bajarme de ella.
Recuerdo, con una alegría inimaginable, ese primer día que compartí contigo, cada risa, cada mirada, ese susto que me diste (ese que te devolveré cuando menos te lo esperes.. ¬¬)…
El caso es, y voy a dejar de enrollarme que esto se hace largo, que cada día tengo más claro que quiero a esa persona que se llama David Taroncher con CH porque tiene más flow que con G. Y que por muchas cosas malas que pasen, o que por muy lleno de defectos que estés (según tú…claro) voy a seguir queriéndote, incluso más que el día anterior. Quiero que esto se te meta en la cabeza, y que de ahí no salga, porque es algo que tengo muy claro.
Te quiero, tanto ayer como hoy y mañana te seguiré queriendo, y pasado, y al otro… y así sucesivamente, hasta que el tiempo o ese motivo que haga que el amor se esfume, aparezcan, aunque espero, y muy sinceramente, que esto suceda dentro de muchisimo tiempo (o mejor, que no suceda.)